Ser Dueña de Negocio es un camino para servir, crecer y hacer de nuestro entorno un lugar mejor.

Cuando nos atrevemos a buscar balance, a tener objetivos claros y a enfocarnos en lo que realmente importa, logramos cambios que impactan nuestra vida, nuestro negocio y nuestro mundo.

Las empresas no son el destino final, sino un medio para generar bienestar y aportar valor.

Creo que tenemos el poder de crear y transformar.

Al inicio de mi camino como empresaria, creía que el éxito se medía por el tamaño del negocio.

Fue en medio de ese desgaste cuando me di cuenta de que algo debía cambiar. Comprendí que, para avanzar, primero necesitaba clarificar qué era realmente importante para mí y para mi negocio.

Con tres sucursales, parecía haberlo logrado, pero detrás de esa fachada había caos y estrés. Yo hacía todo: cada decisión, cada detalle dependía de mí.

Mi equipo solo ejecutaba tareas operativas, mientras yo me sumergía en un ritmo agotador que no me dejaba espacio para disfrutar ni crecer.

Esa claridad me permitió aprender a liderar con propósito, a construir equipos autónomos y a entender que mi empresa no era un fin en sí misma, sino un medio para algo más grande: generar impacto, bienestar y crecimiento, tanto para mí como para quienes me rodean.

Con los años, aprendí que no solo estaba construyendo un negocio, sino una plataforma para mi crecimiento personal y el de quienes me rodeaban.

A lo largo de los años, comencé a recibir invitaciones para dar pláticas, ser mentora y hasta juez en concursos de emprendimiento.

Descubrí que compartir mi experiencia me llenaba de energía y satisfacción.

Así decidí certificarme como coach para guiar a otras mujeres emprendedoras.

Este camino se reforzó cuando franquicié mi negocio y tuve la oportunidad de enseñar a otros cómo crear y liderar sus propias empresas.

Empecé mi negocio, La Puntada, con una máquina de coser prestada y mucha determinación.

Hoy, mi empresa no solo me ha dado estabilidad, sino que también ha impactado la vida de muchas personas.

No crecí en una familia de emprendedores, pero siempre tuve un deseo de crear algo propio, ser independiente y tener flexibilidad de horario

Hoy trabajo con un enfoque en la creación, la claridad y el aprovechamiento estratégico de los esfuerzos.

He aprendido que, cuando nos detenemos a clarificar lo que realmente queremos, podemos dirigir nuestra energía hacia lo que importa, transformando no solo nuestro negocio, sino también nuestra vida.

El MEC, un sistema diseñado para ayudarte a comprender tu empresa en profundidad, clarificar tu visión, plantear objetivos claros y modelar estrategias alineadas con lo que realmente deseas lograr.

Con el MEC, puedes construir un negocio que refleje tus valores, que te impulse a crecer y que deje un impacto positivo en tu entorno.

Entrenamiento GRATUITO

De dueña atrapada en la operación a líder con visión y estructura

Descubre las 3 claves que necesitas para dejar el caos atrás y tomar decisiones desde la claridad, el propósito y la confianza.
Comienza a estructurar el negocio que te sostenga… desde adentro.